Otra idea estupenda para decorar con la técnica de forrado, es utilizar frascos, botes, tarros y demás elementos de vidrio o cristal, que una vez terminados quedan preciosos y originales.
Un ejemplo de forrado son estos tarritos tan maravillosos y coloridos.
Para realizarlo, se realizan varias murrinas, cada una de un color, y se forran con una lámina blanca, una por una. Una vez que estiramos y obtenemos la murrina del diámetro deseado, vamos cortando láminas y colocándolas de forma adyacente unas a otras, con cuidado de rellenar prácticamente todos los huecos.
Cuando todo el tarro esté forrado, procedemos a rodarlo (si es redondo) o aplanarlo poco a poco con un rodillo, para que todas las " fichas" queden unidas.
Si queda algún espacio, colocaremos una pequeña cantidad de fimo del color que necesitemos para poder cubrir este pequeño hueco como se ve en la imagen en la zona de fichas azul del tarro grande. Una vez hecho esto, se vuelve a rodar hasta dejarlo liso.
Y el resultado final es un mosaico magnífico. Y nuestra obra de arte puede servir de portavelas, bote para lápices, tarro para caramelos, clips, material de oficina, etc.